Consta de dos bulbos de vidrio que están conectados entre sí por un pequeño cuello en el medio. Estos bulbos contienen arena que puede fluir de uno a otro. Al darle la vuelta a la clepsidra, la arena pasa del bulbo superior al inferior. El flujo de arena toma un tiempo fijo, lo que es el estándar de facto para medir el tiempo, considerado como una clepsidra o temporizador de huevo. ¡La solución es simple pero también muy efectiva!
Los antiguos griegos utilizaron por primera vez los relojes de arena en el siglo III a.C. Estas primeras clepsidras estaban llenas de aceite que se derramaba lentamente, mucho como cuando hoy vertemos agua de una botella para cocinar vino o reducir salsas de vinagre. Anteriormente se usaban para cronometrar discursos en la corte o funciones religiosas importantes. Los relojes de arena se volvieron muy populares en Europa durante la Edad Media. Se utilizaban para marcar el tiempo durante los servicios religiosos y en experimentos científicos. Los marineros también los usaban para gestionar el tiempo mientras navegaban por el océano.
Después de aquellos primeros días, lo nuevo reloj de arena de 10 minutos se volvió aún más preciso. El cronómetro marino es un reloj altamente preciso usado en el siglo XVIII por John Harrison. Esto fue un gran avance ya que animó a los marineros a navegar mejor por los mares y regresar a casa sin accidentes. Por esta razón, esa invención marcó el comienzo de la disminución del uso de relojes de arena y trajo relojes y relojes de pulsera (como mediciones más precisas para el tiempo).
Los relojes de arena son muy útiles para mantener el enfoque y la gestión del tiempo. Son sencillos y una excelente manera de llevar un registro del tiempo que dedicas a diferentes actividades. Otra gran herramienta es el simple reloj de arena, que puedes colocar a tu lado mientras estudias o haces tarea y cronometrarte por 30 minutos. Esto puede mantenerte enfocado y evitar distracciones.
Los relojes de arena también se utilizan para la atención plena, además de los propósitos de productividad. HACER, se define como atención plena porque significa hacer lo que estás haciendo en el momento presente. Puedes usar un reloj de arena para tomar algunas respiraciones profundas o meditar. Si nunca lo has hecho antes, puedes desconectar, vaciar tu mente mientras sigues los granos de arena a través del tiempo; realmente es hipnótico ver cómo estos pequeños granos fluyen a través de las pequeñas hendijas... ¡O simplemente respira!
Sin embargo, este aparato tiene una larga historia que se remonta al dispositivo de medición del tiempo más conocido en mucho arte y historias: los relojes de arena. Las imágenes de los relojes de arena a menudo se encuentran en la cultura occidental representando el tiempo, la vida y los momentos que pueden cambiar fácilmente. Nos recuerdan que el tiempo nunca se detiene y nos enseñan a aprovechar al máximo nuestro tiempo, porque la vida es corta.
Algunos relojes de arena tienen diseños funcionales, por lo que realmente puedes usarlos para medir el tiempo, mientras que otros son simplemente decorativos y se ven hermosos en una estantería o mesa. Los tiradores de los cajones pueden ser de madera, metal o vidrio y a veces están diseñados artísticamente en formas específicas. Son funcionales y cumplen su propósito mientras decoran elegantemente tu hogar.